lunes, 22 de agosto de 2011

La otra cara de Sochi

Rimini, Pärnu, Espoo, Sochi… Todas estas ciudades tienen algo en común: son el destino turístico favorito de la población que desea relajarse en busca de la tranquilidad, las popularmente conocidas como “ciudad balneario”. Pero hay algo que diferencia a la ciudad rusa de Sochi del resto.

Cuando uno piensa en Rusia se le viene a la mente que todo es hielo, nieve y crudos inviernos con sus osos polares y sus vodkas. Pero no es así.  Existe una ciudad que se llama Sochi, ubicada en el krai [1] de Krasnodar, entre las montañas nevadas del Cáucaso y el Mar Negro. A comienzos del siglo pasado, Sochi se convirtió en el centro vacacional más popular de Rusia. Tanto es así que el propio Stalin mandó construir una dacha [2] particular en la ciudad. Su clima subtropical y la posibilidad de tumbarse a las orillas del Mar Negro con el Cáucaso de fondo hacen de la ciudad el destino favorito de la élite rusa.

Con el colapso de la Unión Soviética y la pérdida del control de la Península de Crimea por parte de las autoridades rusas, el Kremlin [3] hizo que Sochi emergiera como la capital veraniega no oficial del país, con grandes inversiones económicas detrás suyo. Un ejemplo: en 1991 se creaba el Kinotavr [4], que con el paso de los años se ha convertido en el festival de cine de más prestigio de Rusia. Pero, si por algo destacan las inversiones por parte de las autoridades, es por estar centradas en el plano deportivo.

 En el año 2005, la RFU [5] anunciaba planes para crear en Sochi un centro de alto rendimiento que sería utilizado por la selección nacional aprovechando el beneficioso clima de la zona. Un año más tarde, Sochi, tras haberse postulado previamente, fue seleccionada como una de las ciudades finalistas para la organización de los Juegos Olímpicos de Invierno del año 2014 en su XX edición. Finalmente, en el verano de 2007, el COI confirmaba a la ciudad rusa como la sede definitiva de los JJ.OO. de Invierno.

Cerca de sesenta mil millones de rublos (unos quince mil millones de euros) serán destinados para financiar la construcción de las infraestructuras destinadas a dicho evento, así como para la creación de la Villa Olímpica. De estos sesenta mil millones de rublos, la mitad procederán directamente del Kremlin, mientras que la otra mitad estará financiada directamente por capital privado. El Parque Olímpico de Sochi estará ubicado en la costa del Mar Negro, en el Valle de Imeretin y todas las instalaciones serán nuevas, por lo que tendrán que ser construidas partiendo de cero. Sin embargo, solo el veinte por ciento del presupuesto aprobado por el Kremlin será utilizado para fines deportivos. El porcentaje restante está destinado a mejorar las infraestructuras de la ciudad. En palabras del alcalde de la ciudad, Anatoly Pakhomov: “Sochi cambiará en tres años lo que normalmente lleva un siglo”.

Sin embargo, los JJ.OO. no traen consigo solamente buenas noticias. Sí, Sochi conseguirá modernos sistemas de comunicación, un nuevo sistema de abastecimiento de agua, nuevas centrales eléctricas y un puerto de carga. Pero para construir ese puerto de carga kilómetros de playa quedarán inutilizables. Para hacer sitio al Parque Olímpico, cientos de casas serán derribadas y sus inquilinos serán realojados. Por no hablar de los propietarios de hoteles privados, que con la aparición de servicios de alojamiento público verán como su sustento económico desaparece. Los cambios no se verán reflejados solo en las infraestructuras. El plan del gobierno  es educar a los habitantes locales para que hablen inglés, sonrían y sean amables, dejando de lado la vieja mentalidad soviética.

No contento con los Juegos Olímpicos, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, anunciaba el pasado octubre el acuerdo alcanzado con el patrón de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, para la celebración de un Gran Premio en la ciudad balneario a partir del año 2014. En virtud del acuerdo firmado, Sochi acogerá el circo de la Fórmula 1 entre 2014 y 2020, con posibilidad de ampliarlo otros cinco años. La construcción del circuito necesitará de la financiación de la Administración de la provincia de Kranosdar, que deberá aportar más de cinco mil millones de rublos en forma de subsidios, aunque empresas como la petrolera más grande del país, Lukoil, o UC Rusal, relacionada con la industria del aluminio y propiedad de Oleg Deripaska, el sexto hombre más rico de Rusia, ofrecerán su apoyo económico.

Juegos Olímpicos de Invierno, un Gran Premio de Fórmula 1… parecería suficiente para una ciudad de menos de medio millón de habitantes, pero no es así. En diciembre el Comité Ejecutivo de la FIFA eligió a Rusia para organizar el Mundial que tendrá lugar en el año 2018 y sí, Sochi será una de las sedes del mismo, dejando claras la política del Kremlin de reforzar los nexos de unión entre la periferia con el conocido como “centro eslavo”.  Aprovechando la construcción de la Villa Olímpica, se construirá también el Estadio Olímpico de Sochi, con aforo para más de cuarenta mil espectadores y que tras los JJ.OO. pasaría a ser propiedad del FC Zhemchuzhina-Sochi, el equipo de fútbol local.

Y hablar del FC Zhemchuzhina era la principal intención de este texto. El club, recién ascendido a la Russian First Division (segunda división en importancia), planteaba la presente temporada con uno de los mayores presupuestos de la categoría respaldado por el Kremlin y siguiendo la política de ayuda al fútbol de la periferia comentada anteriormente, además del también mencionado interés por parte de la administración de engrandecer todo lo relacionado con la ciudad de Sochi. ¿La intención? convertir al FC Zhemchuzhina-Sochi en una potencia de la RPL de aquí a 2018, fecha en la que se disputará la Copa del Mundo.

Sin embargo, todo lo que parecían buenas intenciones y promesas de un exitoso futuro, ha convertido al FC Sochi en el último club de una larga lista: la de equipos rusos que desaparecen por problemas financieros. A los casos más recientes del FK Moscú y el FC Saturn hay que sumar ahora el del FC Zhemchuzhina-Sochi. Los siberianos del Tom de Tomsk vivieron una situación similar en el año 2009, pero siete de las principales empresas de petróleo y gas del país salvaron el equipo prestando apoyo financiero. ¿Saben quién lo ordenó? Vladimir Putin. Por desgracia, el equipo de Sochi no ha corrido la misma suerte. Mientras los jugadores del Sochi se han quedado sin equipo  a mitad de temporada, el que hasta hace poco más de una semana era el presidente del club, Dmitry Yakushev, sigue viendo como su fortuna crece día a día gracias a las obras de construcción de cara a los Juegos de Invierno. Cosas de Rusia.


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[1] Termino utilizado para referirse a varias de las regiones administrativas de Rusia.
[2] Casa de campo de carácter estacional habitual entre la clase media rusa a finales del siglo XIX.
[3] En referencia al gobierno ruso.
[4] La Palabra Kinotavr es una mezcla entre cine y tauro, algo así como “Cinetauro”.
[5] Unión de Fútbol de Rusia.

lunes, 28 de febrero de 2011

Stop kicking Arsène

Es matemático. Pierde el Arsenal y comienza el linchamiento público. No contra los jugadores, no, sino contra el artífice de que el club de Islington sea considerado hoy en día como una referencia tanto en la Premier League como a nivel continental. Se esgrimen argumentos falaces, carentes de sentido y con unos índices de ventajismo que disparan el medidor. Hoy, en plena tormenta tras perder frente al Birmingham en Wembley por un error de comunicación entre Szczesny y Koscielny -dos de los mejores del equipo gunner en lo que va de temporada, todo sea dicho- Wenger vuelve a ser acusado de jugar con niños, de vender humo con un proyecto que no lleva a ninguna parte y de ser un perdedor. Acusaciones injustas, como se pretende demostrar a continuación.

Empecemos por el principio. Wenger llegó al Arsenal en 1996, hace casi tres lustros. A pesar de ser un entrenador desconocido en Inglaterra -recuerden el "Arsène who?"- se le dieron poderes absolutos. Él era el comienzo y el final de la cadena y no debía rendir cuentas a nadie. Renovó por completo los regímenes de entrenamiento, cambió la dieta de los jugadores por una mucho más saludable e implantó una filosofía zen que adquirió tras su paso por el Nagoya Grampus japonés. Desde su llegada, los del Emirates han ganado 3 ligas, 4 copas, 4 Community's -supercopas-, participaron en la final de la Copa de Europa que supuso el segundo triunfo del Barcelona en el máximo centro continenal y, aunque tiende a ser olvidado, también avanzaron hasta la final de la UEFA en 2000. A pesar de todo, la opinión generalizada es la de que el alsaciano no ha ganado nada.

Ahora avancemos hasta el presente. Se acusa al entrenador de profanar canteras ajenas en busca de jóvenes talentos ocultos en ellas y de alinear onces titulares en los que apenas hay jugadores británicos. Bien, hace unos años, el Arsenal, instalado en el mítico Highbury, tenía una lista de espera de abonados que doblaba el aforo del estadio. Se decidió afrontar la construcción de nuevo terreno de juego cuyo coste superaría los 500 millones de euros a sabiendas de que tras ello se iniciaría una travesía por el desierto y una época en la que el club se debería apretar el cinturón en materia económica. Tras finalizar la construcción del Emirates -auspicio por el cual el Arsenal recibe aproximadamente 100 millones de euros por mantener el nombre del estadio durante 15 años- la deuda del club londinense rondaba los 300 millones. "Nos enfrentamos a rivales que no respetan el juego limpio financiero. En vez de acusarnos a nosotros de no fichar grandes nombres, quizá la gente debería mirar hacia otro lado." En lugar de hacer la vista gorda, Wenger decidió reducir la deuda con un plan de asuteridad.

De esta manera, siendo, junto a Blackburn y Wigan, los únicos equipos de la Premier League que tienen un ratio positivo en la balanza compras-ventas desde el año 2003, al Arsenal se le pide combatir cara a cara, de tú a tú, con clubes con unas inversiones multimillonarias como Manchester City, Chelsea, Tottenham o Liverpool, algo inverosímil si sólo nos fijáramos en los números. Si ahora cojemos la clasificación podemos ver cuántos de esos equipos están por encima de los gunners a día de hoy. Ninguno. Así, como suena. Pero queda mejor criticar a Wenger que hacer justicia a uno de los proyectos mejores llevados del fútbol europeo. Como decía, también se le achaca el hecho de que apenas cuente con futbolistas ingleses. Daré la misma respuesta que Trevor Brooking: "La escasa presencia de jugadores ingleses merece, más que un debate sobre la labor de Wenger, una reflexión sobre la formación de los jóvenes futbolistas en Inglaterra". Ha quedado claro que si el aslaciano detecta talento, lo utiliza sin importarle la procedencia. Ahí está Wilshere, criado en el propio Islington y ya afianzado en el primer equipo.

Lo que Arsène está logrando es algo sin precedentes. Mantener continuamente al club en el top-four de la Premier con un presupuesto de candidato al descenso está al alcance de muy pocos. El talento de Wenger para confeccionar plantillas de primer orden con recursos escasos es digno de admirar. Por supuesto, todos los aficionados gooners hubieran deseado la llegada de Chamakh en el mercado invernal de la temporada anterior, pero el técnico creyó más oportuno esperar hasta el verano y traerlo gratis. Lógico. Está claro que como toda persona humana, él tampoco es perfecto y comete errores con los que no estoy de acuerdo. Declaraciones fuera de lugar, críticas a otros estilos de juego desde su visión romántica de la práctica del fútbol -creo que para llegar a la victoria, que al fin y al cabo es la meta de este deporte, cualquier estilo es válido, aunque se tenga preferencias por uno u otro- todo ello errores marcados por una personalidad extremadamente competitiva. Personalmente lo entiendo. 

Para finalizar, debo decir que no concibo un Arsenal sin Arsène Wenger, y viceversa. Lo que tenga que venir tras él será bienvenido, pero no será lo mismo. En lugar de lanzar críticas y acusaciones injustas muchas veces marcadas por el desconocimiento, limitémonos a disfrutar del alsaciano, con sus aciertos y con sus fallos. La vida es mejor así.

lunes, 7 de febrero de 2011

Chelsea-Liverpool: Torres, Anelka y los centrocampistas reds

El escenario del Chelsea-Liverpool de esta tarde no podía ser mejor. Todas las miradas se posaban sobre la figura de Fernando Torres tras su desembarco en el conjunto de Carlo Ancelotti en este mercado invernal mientras que Kenny Dalglish dejaba en la caseta a Luis Suárez, presumible sustituto del español junto a Andy Carroll -aún lesionado-. Y, al igual que sucediera en el duelo que enfrentó a ambos equipos en la primera vuelta del campeonato, apareció la mejor versión del Liverpool. Un Liverpool que de esta manera encadena cuatro triunfos consecutivos en la Premier League desactivando las alarmas que aún pudieran existir tras el irregular arranque de temporada. Fue un partido marcado por los detalles, principalmente tácticos, que trataremos a continuación.

La llegada de Torres, el 4-3-1-2 y la posición de Anelka

Cuando se confirmó el fichaje de Fernando Torres por el Chelsea surgieron las primeras preguntas: ¿Dónde lo colocará Ancelotti? ¿Formará, junto a Drogba, una línea de dos delanteros? ¿Será Anelka el sacrificado por el entrenador italiano? Preguntas que desaparecieron cuando salieron las formaciones iniciales y se comprobó que el sacrificado era Malouda y Anelka ocupaba la posición teórica del '10' por detrás del marfileño y el español. Con el transcurso de los minutos el Chelsea se encontró con un claro problema en la generación de su fútbol, con un Anelka incapaz de asimilar los conceptos básicos para jugar en la punta del rombo formado en el centro del campo y, a su vez, taponando el carril central, espacio en el que Frank Lampard encuentra acomodo y llegada desde la zona de creación. Además, el centro del campo local no encontró fluidez alguna, con Essien y Mikel totalmente desactivados por sus pares en la media del Liverpool. En la segunda mitad Ancelotti cayó en cuenta del error, pero sorpresivamente, cuando parecía que Malouda sustituiría a Anelka, retiró a Torres, introdujo a Kalou y formó un 4-3-3. Inferioridad en el centro, confusión por el cambio de sistema, un gol de Meireles que terminó por eliminar cualquier atisbo de recuperación, otro cambio de dibujo hacia un 4-2-4 y los mismos síntomas. A destacar la línea defensiva con la que el chelsea finalizó el encuentro: Ivanovic, David Luiz, Terry y Ashley Cole. Pinta muy bien.

Leiva, Meireles y la victoria táctica de Dalglish

Al igual que frente al Stoke, el Liverpool salió de inicio con una formación con tres defensas centrales y dos carrileros -Kelly y Glen Johnson-. Pero el verdadero acierto de Dalglish se encuentra en la punta del rombo del centro del campo, donde, al contrario que Ancelotti, ha encontrado al inquilino perfecto, que no es otro que Meireles. Al ex del Oporto se le pudo ver, con Hodgson al mando, en posiciones tan ilógicas como escorado hacia la banda derecha, pero la vuelta del escocés al banquillo de los de Mersey ha supuesto un alivio para el portugués. En el duelo de la primera vuelta, Leiva se erigió como el elemento diferencial del partido, con un trabajo excepecional en la presión ahogando y desesperando al hoy ignorado Malouda. Hoy se repitió el mismo guión. De nuevo sensacional en la presión defensiva, el ex del Gremio fue la clave en el rombo de Dalglish. Un rombo que decantó la balanza para el lado de los reds. Aunque de partida Meireles partía como punta de lanza, se vieron varias permutas a lo largo del encuentro. En ocasiones era Gerrard el que ocupaba dicha posición, también Maxi e incluso, por momentos, se pudo ver a Leiva en esa zona del terreno. Con una ejecución perfecta del planteamiento y aprovechando la confusión generada en el rival, el Liverpool y en especial Dalglish, se llevó la batalla táctica y, por ende, el choque.

El futuro de unos y de otros

Con los refuerzos de Fernando Torres y David Luiz se confirma algo que parecía obvio: el Chelsea tiene -probablemente junto al Manchester City- el once inicial más equilibrado de la Premier League. Pero también se debe asumir que el fondo de armario no es suficiente y que cuando se necesita tirar de banquillo una vez que el partido se pone cuesta arriba, éste se hace pequeño. Ahora mismo, con los mismos encuentros disputados, los blues están diez puntos por debajo de un Manchester United que cosechó su primera derrota de la temporada en el Molineux. Ésto, junto a la dificultad añadida de defender título y a sabiendas de que la principal aspiración del Chelsea es la Champions, presenta un panorama no demasiado favorable en la competición doméstica. Por su parte, el Liverpool vive una tendencia ascendente desde la llegada de Dalglish al banquillo. Lejos de la cabeza, pero ya en puestos europeos, sus dos próximos encuentros serán frente a un Wigan espoleado por la agónica victoria frente al Blackburn pero aún así alejado de su mejor versión y ante el colista West Ham. De lograr los seis puntos, serían seis victorias consecutivas en Premier, algo casi impensable tras el irregular arranque protagonizado por el Pool y que les podría dejar luchando por algo más que la Europa League. Todo parece más lógico.

lunes, 10 de enero de 2011

Referente al Balón de Oro de la FIFA

¿Hasta qué punto es justo un premio individual en un deporte totalmente colectivo? ¿Realmente se valora la actuación del jugador en un año natural o por contra se le da una mayor importancia al mejor futbolista del mundo y al que mayores condiciones tiene? Bien, debemos empezar matizando que cualquier análisis u opinión sobre un premio de estas características es algo mayormente subjetivo ya que cada persona valora unos ítems determinados. También se debe resaltar que hasta la unificación del Fifa World Player y el Balón de Oro, este último era un galardón de un prestigio elevadísimo -por mucho que algunas personas se nieguen a aceptarlo- entregado por una de las publicaciones futbolísticas más destacadas de Europa y del planeta en la que a pesar de no votar seleccionadores ni capitanes, el derecho a voto era ejercido por periodistas de primer nivel, representados en España por Paco Aguilar. 

Pero vamos con lo que realmente importa, es decir, la decisión final. Tras varias filtraciones previas en las que primero Iniesta y a última hora Xavi parecían alzarse definitivamente con el galardón regalando así a España su segundo triunfo en dicho certamen, Pep Guardiola sorprendió a todos -incluso a él mismo- al desvelar el nombre de la tarjeta ganadora: Leo Messi. He aquí el debate, y volvemos a uno de los puntos citados anteriormente el párrafo anterior. El de Rosario puede que a día de hoy sea el jugador más determinante, espectacular y resolutivo del planeta fútbol -o al menos así lo creo-, pero ¿ha sido su 2010 merecedor de un premio que valora las actuaciones individuales en una franja de un año natural? Campeón de Liga y semifinalista en la Champions League con el Barcelona. Nada despreciable pero ampliamente superado por otros jugadores. Pero, una vez analizadas sus estadísticas, su superioridad es aplastante. Los números de Leo con el Barcelona en este 2010 hablan por sí solos -cortesía de 2010MisterChip-: 58 goles y 17 asistencias en 4.456 minutos disputados. Con Argentina sus números son más discretos, y en un año de Mundial quizá le debían penalizar más en favor de sus compañeros de club que finalmente han completado el podio.

Si  bien los números de Messi son espectaculares, haciendo comprensible su elección como ganador del primer Balón de Oro de la FIFA en esta su edición de 2010, la no inclusión de Sneijder entre los tres futbolistas más votados es alucinante. Campeón de Serie A, Coppa, Supercoppa y Champions League con el Inter con participación destacadísima, estelar e importancia máxima en los esquemas de Mourinho así como el subcampeonato del Mundial de Sudáfrica siendo, de nuevo, el jugador más destacado de su combinado. Parece que estos resultados no han sido suficientes para que el holandés -y ya no hablo de ser ganador- haya sido incluido entre los tres mejores futbolistas del año 2010. Como curiosidad, si France Football y la FIFA no hubieran unificado sus premios, Sneijder hubiera sido el ganador del Balón de Oro una vez contabilizados los votos de los corresponsales de la publicación gala. Da que pensar. 

España. ¿No es suficiente ser campeón de un Mundial para que uno de tus futbolistas se lleve el Balón de Oro? Hasta el momento se había cumplido esa ley no escrita, pero por primera vez en la historia, en un año con cita mundialista incluida en el calendario el galardonado no ha sido campeón mundial. Parecía un ahora nunca para que uno de los nuestros igualara a Luis Suárez como único español en conseguir la prestigiosa pelota dorada, pero al igual que sucediera en 2008 tras la Eurocopa de Austria y Suiza, España ha pagado su coralidad. ¿Quién fue el jugador más destacado de España en el Mundial de Sudáfrica? Para mí, personalmente, Busquets. Para otro, Xavi. Para otro distinto, Iniesta. Para un amigo de este último, Casillas, etc. Es decir, esta discrepancia de opiniones demuestra que nuestra Selección no se basa en las individualidades -que por supuesto las tiene- sino que el colectivo es lo que verdaderamente pesa. Quizá por éso somos los actuales campeones del mundo y tenemos el trofeo de oro que realmente importa.

sábado, 8 de enero de 2011

Liverpool, cuando sólo queda tirar de mitos

Era un secreto a voces y esta misma mañana dejó de serlo. Roy Hodgson abandonaba el Liverpool tras una temporada llena de altibajos -con más bajos que altos- para dejar paso a todo un mito del conjunto red, Kenny Dalglish, el escocés que ha desempeñado la mayoría de funciones que una persona puede desempeñar en un mismo club. El reto es complicado. El Liverpool viene de una contundente derrota (3-1) frente al Blackburn en la última jornada de la Premier y, aunque en una clasificación desestabilizada por tanto partido aplazado, los puestos de descenso amenazan la tranquilidad del vestuario. Es en este momento cuando aparecen algunas dudas sobre el por qué se ha llegado esta situación -dejando de lado los motivos extradeportivos como la adquisición del club por parte de NESV- y cuál será el futuro de la misma.

El 4-2-3-1 que mutó en un 4-4-2 excesivamente plano

Por todos es conocido que Roy Hodgson es un defensor del 4-4-2, por eso sorprendió que a su llegada al club de Mersey apostara por un 4-2-3-1 con Leiva y Meireles como pareja de mediocentros, Kuyt/Cole y Maxi/Jovanovic en bandas, Gerrard en el centro y Torres -siempre que las lesiones lo permitieran- como referencia en punta. El plan elegido era bueno. Como se suele decir, las tácticas se deben amoldar a los jugadores y no los jugadores a las tácticas. Pero los resultados no acompañaban y el técnico londinense encontró la excusa perfecta para volver a su sistema favorito, el que tan buenos resultados le había dado un año antes en el Cottage. Para ello, Agger dejó de tener influencia en el perfil zurdo de la defensa y Hodgson comenzó a utilizar al que había sido su lateral zurdo en Fulham, Paul Konchesky, obeteniendo unos resultados pésimos pero negándose a dejarlo fuera de sus alineaciones iniciales. Tanto es así que desde la octava jornada no se ha perdido ningún encuentro liguero de inicio. Con esta táctica el Liverpool se ha convertido en un conjunto plano, carente de creatividad y capacidad de sorpresa salvo en partidos aislados como la victoria ante el Chelsea o la reciente remontada ante el Bolton.

Dalglish, ¿transición o continuidad? 

Otra de las preguntas que aparecen en este momento es si la llegada de Kenny Dalglish al banquillo de Anfield es una mera transición entre temporadas o será un proyecto dotado de la continuidad necesaria para revertir esta situación. A priori, el escocés ha firmado hasta el final de la presente temporada, pero la incógnita es, si en caso de lavar la cara al equipo, ese contrato es ampliable. Para empezar, mañana tendrá en frente al que probablemente sea el equipo más en forma de Inglaterra en estos momentos, el Manchester United, en la tercera ronda de la siempre apasionante FA Cup. La actual situación no es la más favorable para enfrentarse al rival histórico del club, pero quizá por ese motivo, quizá porque como el fútbol ya nos ha demostrado en tantas y tantas ocasiones, cuando menos te lo esperas llega la sorpresa. Tras el partido de FA Cup el Liverpool deberá desplazarse hasta Blackpool y a mediados de mes recibirá en Anfield al Everton en dos partidos que, observando la clasificación, se antojan decisivos.

Posibles candidatos al banquillo de Anfield la próxima temporada

Hoy, en el magnífico Marcador Internacional, se han lanzado al aire varios nombres de los posibles candidatos que pueden ocupar el banquillo de Anfield en un futuro no demasiado lejano. Entre ellos se habló de Vilas-Boas y de Klopp, actuales entrenadores de Oporto y Borussia Dortmund respectivamente. Dos candidatos de un prestigio cada días más elevado pero que estarían muy lejos de firmar con el Liverpool por los siguientes motivos: 1) Porque ambos han renovado sus actuales contratos hace escasos días. 2) Porque las plantillas de Oporto y Dortmund poco o nada tienen que envidiar a la de los reds y 3) Porque a estas alturas de la temporada prácticamente tienen asegurada su presencia en la próxima edición de la Champions League mientras que el Liverpool es probable que no logre siquiera un puesto para la Europa League. Dos nombres mucho más lógicos y acordes a la situación que atraviesan los de Mersey serían Owen Coyle y Martin O'Neill. Sobre el primero ya se habló en este blog tras los cinco goles que su equipo le endosó al Newcastle. Del segundo no se ha hablado, pero por encontrarse sin equipo. Ambos son técnicos con las ideas claras, quizá de un perfil más bajo que los dos primeros, pero quizá ideales para trazar las líneas de un proyecto que necesita retoques inmediatos.

viernes, 7 de enero de 2011

Arranca la Copa Asia 2011

Hoy mismo comienza en Qatar (sic) la decimoquinta edición de la Copa Asia de Naciones en lo que será un aperitivo del Mundial del 2022 que se disputará en el mismo territorio qatarí. Desde este día 7 hasta el próximo día 29 de enero, los mejores combinados asiáticos se medirán en duelo con el objetivo de alzarse con el cetro de campeón de su continente. Tras la sorprendente victoria de Irak cuatro años atrás en la edición disputada en territorio indonesio, malasio, vietnamita y tailandés, otras dieciséis selecciones (entre las que obviamente se encuentra la actual campeona) entran en liza. Desde este blog seguiremos la actualidad de la competición empezando por un prefacio donde analizaremos escuetamente a las selecciones favoritas para levantar el trofeo en el Khalifa International Stadium de Doha y donde, por supuesto, hablaremos de los jugadores a los que habrá que prestar más atención durante los próximos veintidós días.

Las favoritas

Arabia Saudí (Grupo B). Es junto con Irán y Japón la selección que más veces ha salido campeona (3) y, a pesar del fiasco que supuso para ellos no clasificarse para el Mundial de Sudáfrica tras tres participaciones consecutivas, en Asia son uno de los gigantes a los que es mejor no despertar de su letargo. En la última Copa Asia se quedaron a las puertas del título tras perder la final (1-0) frente a Irak por lo que de la mano del experimentado José Peseiro, otrora asistente de Carlos Queiroz en el Real Madrid, querrán revalidar un título que no consiguen desde 1996. Para ello cuentan en sus filas con uno de los mejores jugadores asiáticos de la última década, Yasser Al-Qahtani (28), que con 96 internacionalidades y 50 goles es el verdadero ídolo de los saudís.

Corea del Sur (Grupo C). Compartiendo grupo con Arabia Saudí, la actual campeona Irak y la selección local, Qatar, se encuentra Corea del Sur, flamante octavo-finalista en Sudáfrica. Tras siete participaciones consecutivas en los mundiales llegan a esta cita con el objetivo de mejorar la tercera plaza lograda hace cuatro años cuando derrotaron a Japón en una agónica tanda de penaltys en el partido por el tercer y cuarto puesto. Tras la marcha de Huh Jung-Moo como seleccionador después de la cita sudafricana, el nuevo entrenador, Cho Kwang-Rae, ha rejuvenecido casi por completo una plantilla sobrada de técnica individual y orden colectivo. A los ya experimentados y conocidos Lee Young-Pyo, Cha Du-Ri, Park Ji-Sung se les unen jugadores como Ki Sung-Yueng y Lee Chung-Yong, totalmente asentados ya tras su participación mundialista. Una baja destacada es la del delantero del Mónaco Park Chu-Young, lesionado en el último encuentro con su club y remplazado en la lista de convocados por una de las sensaciones de la Bundesliga, el joven del Hamburgo Son Heung-Min, de tan sólo 18 años.

Japón (Grupo B). La llegada de Zaccheroni sustituyendo al mítico Takeshi Okada no ha resultado ser tan negativa como al principio se podía preveer. Al igual que los surcoreanos, Japón está viviendo una proceso de rejuvenecimiento, convocando a jugadores que apenas habían tenido protagonismo hasta la fecha. A pesar de su cuarta plaza en la última edición del torneo, los japoneses han sido los grandes dominadores del fútbol asiático en las dos últimas décadas, consiguiendo los títulos de 1992, 2000 y 2004. No sería nada descabellado pensar en un nuevo cetro para ellos ya que al observar su plantilla nos encontramos con jugadores de la talla de Yasuhito Endo, Shinji Kagawa, Makoto Hasebe, Keisuke Honda y Shinji Okazaki.

Australia (Grupo C). Los australianos disputan la que es su segunda Copa Asia tras su inclusión en la Confederación Asiática. La edición de 2007 supuso una decepción para ellos tras caer derrotados en los penaltys ante los japoneses en cuartos de final, por lo que es obvio que querrán resarcirse y mostrar una imagen más positiva de la exhibida en el pasado. Para ello el seleccionador alemán Holger Osieck cuenta entre su nómina de jugadores con "la vieja guardia" formada por Schwarzer, Lucas Neill, Tim Cahill, Brett Emerton o Jason Culina entre otros, amén de los recién llegados a la plantilla: Nathan Burns, Robbie Kruse, Thomas Oar y Matthew Spiranovic.

martes, 21 de diciembre de 2010

El asesino vuelve casa

Julio de 1996. El Manchester United, vigente campeón de la Premier League, intenta hacerse con los servicios de uno de los mejores delanteros de la historia del fútbol inglés, Alan Shearer, por aquel entonces en el Blackburn Rovers. Pero el de Gosforth, sentimental como pocos, eligió el club de su ciudad, el Newcastle, segundo clasificado esa temporada. El resto de la historia es de sobra conocida: 148 goles en diez temporadas en St James’ Park -343 partidos- y su nombre escrito con letras de oro en la historia. Para el United ese intento frustrado de conseguir la firma de Shearer supuso la llegada a Old Trafford de un desconocido delantero noruego en una arriesgada apuesta personal de Sir Alex Ferguson.

Ole Gunnar Solskjaer llegó a Old Trafford desde el Molde, donde en 42 partidos había conseguido 31 goles. En una temporada donde la delantera de los diablos rojos estaba monopolizada por Andy Cole y Eric Cantona -que se retiraría al final de ese mismo curso-, el noruego se convirtió en el complemento perfecto, en el jugador número 12, en el “super-sub” de Sir Alex. Dicha campaña, la 1996-1997, el United repitió corona en parte gracias a ese recién llegado al que la mass media británica le colgó el apodo que le acompañaría durante toda su carrera profesional: Babyface killer (asesino con cara de niño). Nunca abandonó el papel de suplente de oro. En el banquillo, su segundo hábitat natural, analizaba el juego, al rival y los espacios que éste le concedía. Entonces Ferguson le mandaba a calentar, el rubio saltaba al campo y, normalmente, marcaba (123 goles anotó en Premier). Marcaba uno, dos, tres y, en ocasiones, marcaba cuatro. Y si no que se lo pregunten a los aficionados del Forest, esos mismos que tuvieron que soportar como Solskjaer, que había entrado a la moqueta a falta de doce minutos para el final, mandaba a Dave Beasant a recojer la pelota en cuatro ocasiones en un recordado 8-1 que los de Manchester endosaron al equipo dirigido por el predecesor de Ferguson en el banquillo de Old Trafford, Ron Atkinson.

Pero su momento de gloria llegó en 1999, en la final de la Champions League. El noruego, suplente una vez más, saltó al césped del Camp Nou con diez minutos por disputarse y con el marcador adverso. Lo ocurrido en esos fatídicos minutos de descuento ya es historia de la máxima competición continental. Primero fue Sheringham y después, Solskjaer, siempre en el sitio oportuno, aprovechó una prolongación del propio Teddy para darle la vuelta al marcador. Ole siguió con su ritmo anotador hasta que en 2004 se le detectó una lesión crónica en la rodilla derecha. Más de un año y medio en el dique seco para un delantero de 32 años hacían presagiar que el final de su carrera estaba cerca. El destino no había dicho su última palabra. Cuando ya parecía encontrar el ritmo de nuevo, jugando varios partidos con el Reserves, Solskjaer sufrió una fractura en su pómulo tras un choque fortuito con Ubo Ehiogu, central del Middlesbrough. En la temporada 2006-2007, ya de vuelta, consiguió un puñado de goles, pero al final de ese mismo año llegó el momento de decir adiós. En la pretemporada de 2008 el United celebró un partido de despedida frente al Espanyol, lo que supuso el último partido del internacional noruego con la camiseta que defendió durante once años.

13 de diciembre de 2010. Minutos antes del inicio del partido Manchester United – Arsenal, los locales celebran otro evento en honor a Ole Gunnar Solskjaer. ¿El motivo? El delantero no había abandonado Manchester aún. Tras su retiro como futbolista pasó a entrenar primero a los delanteros del primer equipo para, posteriormente, hacerse cargo del equipo reserva. Pero  hace unos días saltó la noticia. El asesino volvió a casa, y lo hacía para entrenar al Molde, el equipo que durante dos años celebró sus goles y que ahora celebrará su regreso.