Descaro y juventud en tiempos de crisis

Buscar Basilea en un mapa de Europa y no saber ubicarla no es algo extraño. Y es que, aunque sea la tercera ciudad más poblada de Suiza con unos 170.000 mil habitantes, su superficie no supera los veintidós kilómetros cuadrados. Una ciudad pequeña en un país pequeño. Que Zúrich, la ciudad con más personas del país helvético, tenga dos potencias futbolísticas nacionales como el FC Zürich y el Grasshopper es hasta cierto punto lógico, pero no lo es tanto que un club de Basilea, una región que limita con las fronteras de Alemania y Francia, que se encuentra prácticamente fuera de los límites geográficos de la nación, sea capaz de ganar cuatro de las últimas siete ligas. Como se vio en el partido del martes en el Olímpico de Roma, el Basilea ha sido capaz de crear un bloque competitivo desde el ingenio, apostando por jóvenes valores y muy ordenado tácticamente. Para ello ha sido clave la elección de Thorsten Fink de seguir a rajatabla todos y cada uno de los ítems que se citan a continuación:

1.- El uso de las bandas como punto de partida. El Basilea cuenta con algunos de los mejores jugadores de banda a los que puede aspirar un equipo de segunda línea europea. Las parejas que forman Safari y Stocker en la derecha e Inkoom y Shaqiri en la izquierda han asimilado a la perfección los automatismos y su importancia en el sistema es vital. Ambos laterales son incisivos por banda y sus continuos desdoblamientos por la espalda de sus extremos son uno de los recursos más explotados por los suizos.

Inkoom toma la espalda de Shaqiri para crear superioridad

Inkoom aprovecha el espacio que Shaqiri deja en la banda

2.- Deshabilitar la salida del balón rival con una presión contundente. Thorsten Fink ordenó a sus jugadores anular por completo a los futbolistas de la Roma encargados de la creación y distribución del juego, y la orden encontró el efecto esperado. Llegando a presionar incluso con siete jugadores en campo contrario, el Basilea ahogó por completo a Mexes y Burdisso -centrales que asumen la gestación la jugada desde la defensa- y a los dos mediocentros: Pizarro y Brighi.

Hasta siete jugadores imposibilitan la salida de balón de la Roma

Alexander Frei: Clave en la presión a los centrales

3.- Gilles Yapi Yapo, ese canalizador de juego. A pesar de ser un recién llegado a la nómina del club, el marfileño se ha erigido como el jugador clave en la gestación de la jugada desde el centro del campo. Se ofrece constantemente, dando siempre una opción fácil de pase a sus compañeros. Cuanto tiene la pelota en sus pies habitualmente ejecuta la opción que exige cada momento del partido, no haciendo demasiados alardes técnicos pero sí demostrando un gran criterio futbolístico.

Yapi Yapo recibe en campo propio y elige la mejor opción

4.- Bloque compacto en labores defensivas. La unión de la línea de centrocampistas con la defensa es el pilar básico utilizado por los suizos para proteger su portería, ocupando así una parcela estrecha en el terreno de juego que no permite a los rivales encontrar espacios por los que penetrar. Además, Fink cuenta con jugadores que asimilan perfectamente la táctica y saben que movimiento deben de realizar según que opciones baraje el equipo contrario.

Diez jugadores en 30 metros, con Streller como única opción ofensiva

Ferati da un paso al frente para dejar a Totti en fuera de juego

Con una brillante actuación el Basilea logró su primera victoria en un grupo que, exceptuando al Bayern, se ha apretado sobremanera para buscar la segunda plaza que da acceso a los octavos de final. Debemos destacar las actuaciones individuales de Inkoom, que volvió a mostrar sus enormes capacidades ofensivas por la zona derecha; de Frei, una vez más efectivo de cara a la portería y que dejó ver un tremendo derroche físico en las ayudas defensivas, así como en la presión en campo contrario; de Yapi Yapo, clave en la fluidez del juego suizo y de Shaqiri. Este último lleva varios partidos dejando detalles pero su actuación frente a la Roma fue brillante, sensacional. Por último, el pase de Totti para que Borriello transormase el gol del empate en la portería de Costanzo es una de esas acciones que convierten en aún más especial a un genio como lo es él.